Desde hace años, varias tendencias alimentarias que rechazan la industria cárnica, así como los alimentos procesados y/o transgénicos, se han ido popularizando. Todos conocemos el vegetarianismo: una dieta que consiste en no comer carne ni pescado. No obstante, lo que no sabemos es lo antiguas que pueden llegar a ser estas dietas. La vegetariana, por ejemplo, lleva practicándose desde hace más de 100 años.
Hoy nos toca analizar las diferentes dietas que siguen los españoles y las españolas. Vemos que 2 de cada 10 españoles siguen algún tipo de dieta especial que restringe algún que otro alimento. Un 3% se decanta por el vegetarianismo, mientras que un 2% de la población se ciñe a una dieta aún más restrictiva: el veganismo. Esta consiste en no consumir ningún producto de origen animal, lo que deja fuera de combate, entre otras cosas, los lácteos.
La dieta especial más popular entre los españoles es el flexiterianismo. ¡Y no nos extraña! ¡Es de las más fáciles de cumplir! Se basa en comer de todo, pero reduciendo el consumo de carne y pescado.
La dieta crudívora y la paleodieta son las tendencias alimentarias que menos españoles siguen. La primera, como su nombre indica, consiste en comer alimentos crudos, sin cocinar. Tampoco permite el consumo de procesados. Por otro lado, la paleodieta sostiene que los alimentos que debemos ingerir son aquellos que nuestros antepasados comían y que, por lo tanto, nos han dejado fisiológicamente preparados para ellos.
A medida que nos vamos educando en respeto hacia el medio ambiente, nos damos cuenta que hay cosas que no encajan con nuestros valores, con lo que nos es más fácil dar el salto a este tipo de dietas. Nos vamos educando, nuestros juicios de valores van aprendiendo.
No obstante, este tema está destinado a ser un debate eterno entre quien defiende las raíces y las costumbres alimentarias prehistóricas y quien apela a la libertad de los animales.
Y tú, ¿sigues alguna dieta?