Los beneficios sobre la salud son la razón principal de los españoles para reducir su consumo de carne, y solo el 8% menciona el impacto positivo sobre el medio ambiente.
Nuestros nuevos datos muestran que uno de cada tres españoles (32%) planea comer menos carne roja, incluyendo ternera y cerdo, en el próximo año. Este porcentaje es aún mayor en relación a reducir el consumo de embutidos y carne procesada (40% de los españoles). Los segmentos demográficos con mayores probabilidades de adoptar esta resolución son las mujeres, los mayores de 55 años y menores de 25 años, y las personas con un nivel educativo medio o alto.
Más de un tercio (37%) de las mujeres tiene la intención de reducir su consumo de carne, frente al 27% de los hombres. Y mientras que personas de todas las edades esperan reducir su consumo, los mayores de 55 años (36%) y los menores de 25 años (37%) son los que mayores intenciones tienen. Además, aquellos que han estudiado más allá de la secundaria muestran mayores intenciones de reducir su consumo (33%) comparado con los que no continuaron estudiando tras la secundaria (22%).
Entonces, ¿por qué este cambio de estilo de vida? De acuerdo con el hecho de que la mitad de nosotros también planea comer más frutas y verduras frescas (el 50%), la razón más popular para reducir el consumo de carne roja es mejorar nuestra salud.
Pero esa no es la única razón. A un 6% simplemente no le gusta la carne, el 2% quiere ahorrar dinero, el 10% piensa que es una cuestión moral, y la misma proporción (10%) quiere cuidar el medio ambiente.
Los españoles tienen un nivel de concienciación menor que los británicos sobre los efectos del consumo de carne y lácticos sobre el medio ambiente
Estos datos chocan con los datos de YouGov recogidos en Gran Bretaña, que muestran que la proporción de británicos que creen que deberíamos comer menos carne para cuidar al medio ambiente está aumentando, de 28% en 2015 a 34% en 2018. Entre los jóvenes británicos de 18 a 24 años de edad, este porcentaje aumenta a un 50%, en comparación al 17% de jóvenes españoles de la misma franja de edad que opinan lo mismo.
Un estudio de amplia circulación publicado el año pasado en la prestigiosa revista Science analizó el impacto ambiental de 40,000 granjas en 119 países que producen el 90% de todos los alimentos consumidos en el mundo. Se concluyó que evitar la carne y los productos lácteos es la forma más significativa de reducir nuestra huella de carbono, algo especialmente relevante ante el actual escenario de cambio climático.
Sin embargo, los datos de YouGov revelan que solo el 8% de los españoles cree que reducir el consumo de carne y lácticos es la acción con el "mayor impacto positivo" en el medio ambiente. Esta medida está muy por detrás del reciclaje (68%), la respuesta predominante, y se codea con otras medidas como cambiar a un coche híbrido (13%) o usar bombillas de bajo consumo (5%).
Los españoles ven con buenos ojos que el gobierno fomente hábitos saludables, pero no tanto cuando se trata de reducir el consumo de carne
Además, la baja percepción que tienen los españoles sobre el impacto del consumo de carne sobre el medio ambiente hace que el público esté dividido en tres grupos en cuanto a si el gobierno debería promover la reducción del consumo de carne para cuidar el medio ambiente.
Casi la mitad (45%) apoya que el gobierno fomente la reducción del consumo de carne, el 35% ni lo apoya ni se opone, y una quinta parte (19%) se opone.
En contraste, la gran mayoría de los españoles apoya que el gobierno intervenga para que las personas adopten hábitos más saludables. Por ejemplo, el 82% apoyan que gobierno haga recomendaciones de dieta para reducir la obesidad (solo el 5% se opone a esta idea), el 82% está de acuerdo en que el gobierno promueva la reducción del consumo de alcohol y al 82% le parece bien que se anime a las personas a dejar de fumar.